miércoles, 9 de noviembre de 2011

URANIA MARGARITA GUERRERO JIMÉNEZ – MÉXICO


MUJER PÁJARO EN EL LOUVRE

¿Dime quién eres mujer pájaro en el Louvre?
Mis manos tejedoras de volcanes, de luna chilena
cántaros que gotean de mi boca, la lluvia guerrillera
pinto cantos con el instrumento mágico del corazón

Una flor me llama a mecerme en sus hojas
un beso mío germina en este mi jardín
donde una guitarra se desangra para parir
fetos de belleza intacta

Canto por que soy Violeta Parra
porque en mis ojos recitan luciérnagas
porque nací ébano con sabor a campo enamorado
a pájaros de barro que se modelan con el alma danzando
entre tapices donde ordeño las cicatrices de la selva.

Ahora que conozco, preciso oír y ver a través de ti;
qué linda es la balsa de la esperanza
respiran las estrellas aún debajo del agua
hay un río dulce mojando las cuerdas de la bonanza
una rosa parpadea mira al cielo y coquetea.

Es Violeta Parra mujer alada y bravía
exhibe sin fusiles hermosas madrugadas
un gusano de luz siembra girasoles en su guitarra
amaneceres adornan su garganta
laberintos pintan con el alma descalza

se cruzan, se trazan, se fruncen, se ciñen;
son alabanzas que esparcen su vuelo.

Andar mujer del campo, del viento que te persigna
nace de entre tus venas, la historia de tu tierra
con charango andino y guitarrón te espera
París con tu folclor de Le Chant Du Monde

¡Hay poesía en el Louvre!

Cantos cocidos en la piel de tus arpilleras
tu alma es bosque legítimo de amor a la vida
quejidos que llaman a tu pueblo, con tu música genuina;
entre calles, peñas y circos,
hiciste una trenza a sus sentidos.

Como tejiendo de tus recuerdos ,
sombras otoñales, sueños descosidos
como canta el campo en tu voz bendita
atrapada en tus membranas chilenas.


LA CUECA ES VIOLETA


Fluye tu alma como agua bendita por aquel arroyo
donde se mecen en hamacas estrellas azules
tu canto prospera entre cántaros, rocas y flores divinas
en donde hay guitarras saladas que te nombran.

Salpican gotas emplumadas de tus colores matutinos;
cántame, píntame, esculpe otros sueños,
canarios llaman a tu campo, ¡Vengan a posar palomas blancas,
con poemas de hierba santa y milagros de mar y entrañas.

Enséñame a tejer sin alfileres,
píntame un océano con violetas,
olivos y frutos silvestres
enséñame a ser valiente a volverme azabache
y querer la flor pura de tus arpilleras;
me alimente su dulzor
y baile la cueca sonriente.

Eres lluvia que amanece en mis mejillas
puñal que nos acerca a la vida
búsqueda de esperanza y alegría
historias de un pueblo que camina
luchadora incansable Violeta Parra, Violeta mía
tu alma revolotea inmediata a la mía.

Tejedora de la paz en mis pupilas
reflejo de un río en el espejo
me recuerda tu arte un retorcido de ramas
inocentes hebras que hablan y exaltan tu universo
que viene de tu tierra adolorida
bordas la noche con hilos de sol
las costuras de un ojo me miran;
es tu silencioso corazón.

Conviertes tus telares en minas preciosas
florece el barro como una canción entre tus manos
me salvas y me llevas a otras avenidas
de salvia que agradece a la vida.

Tus virtudes posaron como reina divina
en Argentina, Rusia, Finlandia, Alemania, Italia y Francia
Con Gilbert Favre te conoció Bolivia
y Uruguay con Alberto Zapicán.

Miro una mujer que brota con cabellos
que quieren escalar el cielo, con azahares soñar;
un hombre, con su guitarrón, espera alcanzar su vuelo
de su jardinera hechicera y juntos
cantarle al viento antes de la oración.


Derechos Reservados © Urania Margarita Guerrero Jiménez

No hay comentarios:

Publicar un comentario