VIOLETA
Tu nombre transmutado entre poesía,
cuerdas, esculturas, y fibras de finos hilos
tejiste una historia de mujer comprometida
con el árbol, y la tierra transandina
con la hoja resuelta, y austera entre vientos
tempestuosos de la adversidad marginal.
Un octubre abrió la puerta de la luz, que te vio nacer;
en febrero un acrisolado torbellino de honra a la vida,
te retiró, transplantándote hacia la eternidad.
Los pulmones del mundo respiraron tu espíritu
creativo, y su retina se inclinó ante tu obra,
se embotó con la poción de tu magisterio póstumo
se embriagó con tu pluma, y tu cuerda inspiradora.
Intensos días se acometieron en tus células
dejándonos un legado de intersticios sobrenaturales
hoy… entre la distancia del tiempo reducido en los
recuerdos que te añoran, estarás Violeta defendiendo
síntomas decorosos de fraternidad abierta bajo
tus alas, vejadas de silencios.
Derechos Reservados © Myriam Teresa Mena
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