miércoles, 9 de noviembre de 2011

TANYA TYNJÄLÄ – PERÚ


ESCENCIA INFERNA

No creo en el diablo.

Creo en la existencia de la maldad,
de la violencia urbana,
de la desigualdad social, la ropa de marca, el carro último modelo,
del odio gratuito del que no tiene nada,
de la indiferencia salvaje del que lo tiene todo,
de gente que fallece por no tener dinero
para recibir la debida atención,
de niños que lloran por un vaso de leche,
de madres que ven morir a sus hijos de hambre.

Creo en la existencia de las razas auto denominadas superiores
del Ku Klux Klan y los neo-nazis,
de las guerras genocidas en nombre de Dios,
o de la patria o de lo que sea,
de fanáticos suicidas que están convencidos de alcanzar el Paraíso convirtiéndose en bombas humanas,
de la desaparición de culturas consideradas inferiores,
del desprecio hacia lo desconocido,
de una actitud paternalista de los que creen tener siempre la razón.

Creo en la existencia del hueco en la capa de ozono,
del desequilibrio ecológico,
de especies en peligro de extinción,
del cambio climático,
de la deforestación,
de residuos tóxicos.

Creo en la existencia de grandes multinacionales
que juegan al “monopoly” con nuestras vidas,
de la labor infantil,
de fábricas que se cierran en occidente
sin importar las consecuencias,
de fábricas que se abren en oriente,
porque es más barato
y así ganan más
y sin embargo nadie hace nada para mejorar
la situación de esos trabajadores,
de jóvenes taiwaneses sin brazos
por no tener el equipo adecuado
para trabajar con maquinarias peligrosas,
De niños chinos que pasan horas pegados
a la computadora jugando una y otra vez el mismo juego,
para ganar dinero virtual que venderá
al yupi de Chicago, París o Helsinki.

Creo en el 30% menos que las mujeres ganan
a igual trabajo realizado que los hombres,
en los 38 niños que mueren al día,
en los 25 millones de personas muertas de sida,
en los 186 millones sin empleo,
en los 500 millones que sobreviven con menos de dos dólares diarios,
en los 380 millones que sólo tienen un euro para el día siguiente,
en los mil millones que no tienen agua potable,
en los 47 millones de niños, en especial niñas que nunca irán a la escuela.

Creo en la existencia del racismo, del sexismo, del etnocentrismo, del machismo y del hembrismo, mal llamado feminismo.

Creo en la existencia de la frivolidad, el desencanto, la desconfianza, el miedo, la envidia, el egoísmo, el dolor…

Creo en la existencia de dictadores, asesinos a sueldo, violadores, pedófilos, políticos corruptos, grandes empresarios de multinacionales, líderes de sectas religiosas…

No creo en el diablo
el hombre se ha encargado de que su existencia
sea innecesaria.

RUEGA POR ÉL

Porque tiene miedo de otras razas
y sólo ve miradas de odio
y adivina la envidia
que despierta
en todo inmigrante
con el que se tropieza
en cada esquina,
ten piedad del racista.
(ruega por él)

Porque no come nada que
no pueda pronunciar,
y llama ruido a la música
que no entiende
y escucha amenazas
en los idiomas extraños
ten piedad del racista
(ruega por él)

Porque prefiere viajar
de pié en un autobús
atestado de gente
antes que tener que sentarse
junto a un ser
de raza inferior,
ten piedad del racista
(ruega por él)

Porque piensa que todo extranjero
viene a quitarle su trabajo,
o su mujer
o su casa
o su dinero
y se siente atacado
y se angustia
y sufre
y odia,
ten piedad del racista
(ruega por él)
Porque para encubrir su cobardía
su mediocridad, su fracaso,
busca culpables en la diferencia
y debe esconderse bajo
una capucha blanca
o tras los preceptos de un
inexistente dios de odio
o del amor a la patria
o de un supuesto código de honor,
ten piedad del racista
(ruega por él)

Porque mientras tú
gozas, disfrutas,
aprecias, experimentas
pruebas, intentas,
conoces, saboreas,
ensayas, descubres,
aprendes,
él vive su vida pura
de su raza pura,
con su familia pura,
y sus amigos puros,
en su comunidad pura,
de su existencia pura,
pura, pura y gris,
ten piedad del racista
(ruega por él)


Derechos Reservados © Tanya Tynjälä

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