El ROMANCE DE LA PRINCESA Y SU POETA
El amor nos invadió en cada letra,
el mismo que aceleraba en nuestra sangre
ascendiendo una a una cada escala
hacia las torres encumbradas de un Castillo
que es amor y agonía; llanto y risa.
"Saber que nuestras vidas han sido una
desde cientos de años escondidos..."
Era un sueño regresar...
era tanta la emoción que me invadía,
que la piel se me tornaba de azucenas,
que los ojos retomaban aquel brillo
de una historia olvidada en el desván.
Saliste de Argentina, yo, de Colombia,
cada avance en aeropuertos y entre nubes,
me hablaban de emociones, de aventuras,
de un encuentro insospechado y sorprendente
y mi llanto sobre las cumbres nevadas de Bolivia,
me anunciaban el mensaje de amor tan anhelado.
En cada paso que di para encontrarte
me invadía la ilusión y yo creía,
que era la musa del estilo y poesía
la que llenaba mi alma de motivos.
Qué lejos estaba yo de sospechar
que de la Pampa mi príncipe arribaba
y su mano en la mía se posaba
como antaño en los salones del Castillo
del príncipe y la princesa que un día fuimos.
Esa tarde al ingresar por vez primera
la emoción invadió esta mi alma
y en brazos de un poeta desfogué
el llanto que de tristeza no brotaba,
era esa la alegría del reencuentro
con el amor verdadero que soñaba
en mis noches de angustia y desvelo
en esta mi soledad hoy a tus plantas.
"El romance de la princesa y su poeta
escrito está en la historia de un Castillo"
Castillo azul...
yo, mujer de mares y caminos,
tú, Capitán de aguas profundas y livianas,
he de tomarme de tu mano en un instante
y allí ante Dios, amor eterno he de jurarte.
Por nuestro amor, por nuestros años,
los pasados, vividos y añorados,
he de volver ¡Castillo Azul!
he de volver junto al poeta del romance
y allí en sus brazos con un ¡Te quiero!
seré princesa... la princesa,
del poeta, príncipe azul, y su romance.
Derechos Reservados © Edgardo Palacios
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