jueves, 10 de noviembre de 2011

SANDRA FONTECILLA ARAVENA – CHILE


CUANDO YO PARTA

De mi vida nada se cuente, para qué cantar heridas.
Borren la palabra doliente, mejor pongan osadía.
Si marché por este mundo fue de ese modo y si dejo alguna huella, ésta será certera, sin retorno posible.
Porque ya he visto demasiada pacatería, exceso de sumisión, mediocridad y cobardía.
Decir verdades es incómodo, en extremo solitario e increíblemente incomprendido.
He optado por ese camino pues no he tenido alternativa, desde mi interior bullen constantes, imparables composiciones. Son lamentos disonantes, así como también hay gorjeos juguetones y el palpitar incesante de anhelos y amores para ser vividos en plenitud.
Elegí la ruta estrecha y pedregosa, mas insisto, ni fue capricho ni algún tipo de misión auto impuesta: no había otro modo de expresar todo lo que me he traído dentro, que no fuese en esta personal batalla que ha sido mi existencia.
Y tal como caminé, siempre afanada en la creación permanente, del mismo modo yo decidiré el momento de mi partida. No esperen que sea grandiosa, estoy cansada, lucho en solitario y mi obra no es comprendida. Tal vez, en un futuro que no veré, las cosas tomen otro giro; mas, hoy por hoy, la Viola de la que nacen arpilleras, cuecas, décimas para luego recorrer el mundo, en su propia tierra no es reconocida.
Así es que recuerden, cuando yo parta, no me homenajeen innecesariamente, hagan de su propia vida un telar original, la melodía más grandiosa es la autenticidad y la consecuencia.


Derechos Reservados © Sandra Fontecilla Aravena

No hay comentarios:

Publicar un comentario