A VIOLETA PARRA
La cueca se alegra cuando tus manos
hacen hablar a la guitarra.
Bailas en las cascadas brillantes,
que caen para besar tus pies alegres.
Te vuelves nido de trinos en alegría cantora.
Inquieta viajera en tu Chile del alma,
das vida a tu música como cántaro andino.
Vestida de humildad, la verdad no callas
porque la mentira desprecias
abres el corazón y dejas latidos
como florcitas volcánicas.
Gritas, cantando por el obrero.
los estudiantes y el pobre.
Enamorada en tu gracias a la vida,
¿Qué impiadosa marca te llevó a la muerte?
Si andabas donando dulzura a tu entorno,
y te olvidabas de ti, dando amor intenso
a tu alrededor ingrato.
El zorzal calló ante tu ausencia,
Y las gaviotas se alejaron
cuando buscaste ser ave celestial,
en un cielo de terrenal ideales.
Derechos Reservados © Stella Maris Taboro
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